La música hace vibrar los violines en el pecho, mientras el violonchelo y el bajo resuenan un poco más abajo; las trompas, en los hombros; y los solistas, la mayoría de las veces, en las muñecas.
Patrick Hanlon, experto en audio, ha desarrollado trajes hápticos que permiten a personas sordas o con problemas auditivos experimentar la música sin escucharla. En un reciente concierto de música clásica en el Lincoln Center de Nueva York, algunos asistentes llevaban estos chalecos inalámbricos con 24 puntos de vibración que «traducían» la música de la orquesta.
Antes del espectáculo, Hanlon describe cómo estos chalecos ofrecen una experiencia envolvente en 3D a través de las vibraciones, involucrando todo el cuerpo. Hanlon es cofundador de Music: Not Impossible, una rama de Not Impossible Labs que utiliza la tecnología para superar barreras sociales y de discapacidad.
Anteriormente, las personas sordas o con dificultades auditivas se valían de otros métodos para disfrutar de la música en vivo, como poner las manos en los altavoces o sujetar un globo para sentir las vibraciones en las yemas de los dedos. Los chalecos, junto con bandas en las muñecas o tobillos, buscan brindar una experiencia corporal completa, recreando las sensaciones y emociones que la música puede evocar.
La respuesta ha sido asombrosa, y los chalecos han sorprendido gratamente a muchos, como Jay Zimmerman, un compositor con pérdida auditiva. Él ve estos dispositivos como una nueva tecnología que proporciona más flexibilidad y dinamismo para personas con dificultades auditivas.
El Lincoln Center comenzó a colaborar con Music: Not Impossible en 2021, implementando los chalecos en espectáculos de orquesta y conciertos al aire libre. Durante un concierto de música folclórica coreana y el Concierto nº 2 de Mozart, se ofrecieron 75 chalecos a los asistentes.
La idea de la inmersión y la posibilidad de que cualquier persona, incluidos los sordos y personas con discapacidad auditiva, pueda sentir la música, emociona a Liza Fiol-Matta, una asistente intrigada por esta nueva tecnología. Flavia Naslausky, responsable de negocio de Music: Not Impossible, relata cómo Mandy Harvey, una cantante sorda, pudo igualar el sonido de la música tras sentir las vibraciones del chaleco, lo que confirmó el éxito de la tecnología.
Los chalecos no están limitados a un género musical específico, ya que los puntos de vibración pueden ajustarse para adaptarse a diferentes tipos de espectáculos, desde música rock hasta disco. Estos chalecos ya han sido utilizados en conciertos de artistas como Greta Van Fleet y Lady Gaga.
Aunque entusiasmado con el potencial de la tecnología, Zimmerman reconoce que aún queda mucho por mejorar. Sueña con sentir un violín suave que le conmueva hasta las lágrimas, así como experimentar una ráfaga de trombón que lo haga reír a carcajadas. Ese es su gran sueño.»
Nota: Algunas partes del texto original se han modificado para mejorar la fluidez y coherencia del texto parafraseado.
Adaptado de AFP.