¿Se imagina vivir sin redes sociales, desconcertado del mundo a merced de lo que digan tus vecinos? Este es el caso de los habitantes de Turkmenistán, quienes tienen bloqueadas redes sociales como Facebook, Instagram y YouTube.
Byashim Ishanguliyev, un vendedor de frutas en Turkmenistán, vive en uno de los países más herméticos del mundo donde el estado tiene un control casi total de internet.
La antigua república soviética de Asia central, rica en hidrocarburos, parece no perder las tradiciones del siglo XX, donde la información era clasificada, revisada y transmitida por el estado. Todo aquello que atente contra la estabilidad de sus sociedad ,simplemente se elimina, una práctica que atenta contra la libertad de expresión
«Algunas personas consiguen conectarse a una VPN pero es temporal (porque) también se bloqueará», agrega el joven de 19 años. Sin embargo, estas medidas drásticas son insuficientes para el presidente del país, Serdar Berdymujamedov. A mediados de enero, el mandatario anunció su intención de «reforzar la ciberseguridad del país»
Los principales servicios de mensajería están prohibidos: no hay WhatsApp, Viber o Telegram. En su lugar, el gobierno creó una aplicación bajo su control llamada Bizbarde. Lo mismo ocurre con los videos en línea, que sólo pueden reproducirse a través de Belet Video, una alternativa a YouTube donde el estado controla los contenidos compartidos.
Los turcomanos sólo tienen acceso a «propaganda para promover el culto a la personalidad de los Berdymujamedov», según periodistas de Países Bajos.
«Para evitar que esta realidad paralela creada por los medios se desmorone, los gobernantes bloquean internet», aseguran.
Los medios turcomanos, todos estatales, sólo difunden información oficial, con especial énfasis en agradecimientos y alabanzas a las autoridades del país. Esta práctica es común en estados autoritarios que buscan mantener el control de la sociedad a través de la información.
Adaptado de AFP.