La Unesco ha emitido un llamado urgente para que los gobiernos establezcan directrices sobre el uso de la inteligencia artificial, incluyendo a robots conversacionales como ChatGPT, en entornos escolares. En una guía recientemente publicada, esta organización de la ONU que se dedica a la educación ha expresado su preocupación por la falta de preparación de las autoridades públicas en abordar los desafíos éticos que conlleva la integración de programas de inteligencia artificial en las escuelas.
Uno de los puntos destacados de esta guía es la recomendación de establecer una edad mínima de al menos 13 años para que los estudiantes puedan utilizar la inteligencia artificial en el ámbito escolar. A pesar de que ChatGPT ya ha implementado un límite de edad siguiendo la legislación estadounidense, existe un debate considerable sobre si esta restricción es adecuada, y algunos expertos sugieren elevarla a 16 años, según lo señala el informe de la Unesco.
La Unesco también ha planteado preocupaciones sobre el impacto emocional que podría tener en los niños la sustitución de maestros por programas de inteligencia artificial, ya que esto podría hacer que los estudiantes sean más vulnerables a la manipulación.
Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, enfatizó la importancia de abordar este tema con responsabilidad. Afirmó que, si bien la inteligencia artificial puede representar una oportunidad significativa para el desarrollo humano, también conlleva riesgos considerables. Azoulay agregó que su incorporación en la educación no debe llevarse a cabo sin la participación activa del público y sin un sólido marco regulativo gubernamental.
En los últimos tiempos, hemos sido testigos de un crecimiento exponencial en la disponibilidad de programas de inteligencia artificial accesibles al público en general. Este aumento ha suscitado preocupaciones en relación con la aparición de nuevas formas de plagio y trampas en las escuelas y universidades, aunque, al mismo tiempo, no ha disminuido el atractivo de un mercado educativo que se considera potencialmente lucrativo.
La Unesco subraya que las herramientas de inteligencia artificial tienen el potencial de ofrecer apoyo valioso a los niños con necesidades educativas específicas, siempre que se involucren maestros, usuarios y científicos en su desarrollo, y que los gobiernos establezcan regulaciones adecuadas para su uso en entornos educativos.
Adaptado de AFP.