Un destacado autor de cómics francés, Thierry Murat, sorprendió al mundo editorial el pasado martes al lanzar su nuevo álbum, titulado «initial_A.», el cual fue completamente dibujado mediante el uso de inteligencia artificial. Murat optó por la autoedición después de que su editor rechazara la propuesta inicial.
Para llevar a cabo este proyecto innovador, el autor empleó un programa de inteligencia artificial conocido como Midjourney, el cual se encargó de generar todas las ilustraciones. Murat proporcionó a Midjourney descripciones detalladas y estilos específicos, y el programa generó las imágenes correspondientes.
Inicialmente, Murat presentó este proyecto a su editor, pero lamentablemente fue cancelado debido a la presión ejercida por algunos empleados que consideraron que establecería un precedente negativo en la industria del cómic. Sin embargo, es importante destacar que otros autores tanto en Francia como en Estados Unidos ya han utilizado Midjourney en proyectos similares. Ejemplos notables incluyen a Jiri Benovsky con su obra «Mathis et la Forêt des possibles» o Mehdi Touzani con «Le Voyage à Ravine», mientras que en Estados Unidos encontramos casos como Kris Kashtanova con «Zarya of the Dawn» y Steve Coulson con «The Bestiary Chronicles».
Ante la negativa de su editor, Thierry Murat decidió emprender una campaña de financiamiento colectivo en la plataforma Ulule, logrando recaudar más de 23.000 euros, equivalentes a unos 26.000 dólares, para poder llevar a cabo la autoedición del álbum.
La trama de «initial_A.» se desarrolla en un futuro distante y narra la historia de una joven solitaria en un mundo similar a la Tierra, quien establece un intrigante diálogo con una voz desencarnada. Este proyecto ha generado una variedad de opiniones en la comunidad del cómic. Mientras algunos elogian la audacia y creatividad del autor, otros expresan preocupación por la legitimación de software como Midjourney, que se basa en el trabajo de dibujantes e ilustradores sin ofrecerles una compensación justa.
Thierry Murat se ha defendido argumentando: «No he cometido ninguna ilegalidad ni he puesto en peligro el sector editorial. No tengo la responsabilidad de la invención de esta máquina. Simplemente soy un artista libre que explora el mundo, incorporando esta herramienta a mi conjunto de herramientas creativas», declaró Murat en una entrevista con AFP.
Adaptado de AFP.