Durante siglos, los agricultores han utilizado almanaques para intentar predecir la naturaleza. Ahora, una nueva generación de start-ups latinoamericanas está ayudando a lograrlo con herramientas de inteligencia artificial que tiene como objetivo prometer una revolución agrícola en gigantes como Brasil.
Aline Oliveira Pezente, una empresaria de 39 años del estado brasileño de Minas Gerais (sudeste), trabajaba en la multinacional Louis Dreyfus Commodities cuando notó un problema en la dinámica de la industria en Brasil, el mayor exportador mundial de soja, maíz y carne vacuna.
Explicó que los productores necesitan grandes créditos por adelantado para comprar insumos como semillas y fertilizantes.
Sin embargo, se enfrentan a la cautela de los prestamistas ante los innumerables riesgos, tanto naturales (sequías, inundaciones, enfermedades de los cultivos…), como financieros (quiebras, caídas de precios y más).
Aline y su marido, Fabricio, decidieron estudiar este problema en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, donde ella pudo obtener una maestría y se especializó en inteligencia artificial (IA) y análisis de datos.
En 2018, lanzaron Traive, una nueva start-up que recopila grandes cantidades masivas de datos relacionados con la agricultura y que luego los analiza con inteligencia artificial, así define riesgos que presentan los prestamistas y brinda a los agricultores más opciones de crédito.
«Los prestamistas solían usar cada uno su propio modelo (de análisis de riesgos), como un archivo Excel gigante. Pero es muy difícil para los humanos, incluso con grandes conocimientos de estadística y matemáticas, crear ecuaciones que capturen todos los matices», dijo Aline.
Ahora «podemos hacer en cinco minutos y con mucha mayor precisión lo que antes demoraba tres meses», explicó a la AFP.
IA para el agro
Siete años después, entre los clientes de Traive se incluyen gigantes de la agroindustria como Syngenta. El segundo mayor banco latinoamericano, el Banco do Brasil, es inversor de la firma.
Más de 70.000 productores utilizan su plataforma, que facilitó casi 1.000 millones de dólares en operaciones financieras, afirma Aline.
La emprendedora presentó su trabajo esta semana en la Web Summit de Río de Janeiro, un importante evento tecnológico llamado «Davos para geeks».
Traive participó en un panel titulado «Cosecha de datos: la próxima revolución agrícola», en el cual Alejandro Mieses, también empresario, abordó el potencial de la IA en el sector.
Los agricultores recurren cada vez más a este tipo de herramientas para aumentar los rendimientos y retornos, con aplicaciones como tractores autónomos, drones que rastrean la salud de los cultivos y cámaras inteligentes que identifican las malezas para el tratamiento con herbicidas.
TerraFirma, la start-up de Mieses basada en Puerto Rico, ha desarrollado un modelo de IA que utiliza imágenes satelitales para pronosticar riesgos ambientales como desastres naturales, enfermedades de los cultivos y erosión.
Adaptado AFP