En su más básica expresión, el arte busca emocionar, cuestionar y reflexionar, algo que el artista Chavis Marmol logra en su particular obra, ejecutada la anterior semana en Ciudad de México, cuando una escultura de nueve toneladas aplasto un Tesla 3 valorado en $40.000 dólares.
Desde ese momento, la obra se convirtió en tema candente en las redes sociales, volviéndose viral de inmediato, algo que el artista anticipaba, razón por la cual nunca la anunció; fueron los transeúntes quienes empezaron a especular sobre el significado de la obra.
«Mi intención era crear una pieza para ‘trolear’ a Elon Musk», mencionó el artista, quien nunca ha tenido un automóvil y se desplaza en bicicleta, pero se dio el lujo de dejar caer con grúas la enorme escultura sobre un Tesla.
La cabeza, esculpida por el propio artista, se inspira en la cultura Olmeca, una de las primeras civilizaciones mesoamericanas con 3.000 años de antigüedad. Para él, esto representa el poder de la cultura, que considera más impresionante que cualquier tecnología.
La obra se dio en colaboración con el hotel Colima 71, que fusiona sus servicios hoteleros con el arte. Este se encuentra ubicado en el barrio La Roma. donde se encuentra el auto aplastado, el cual fue donado en anonimato. El escultor expresó que no le importaba ver cómo se destruyen $40.000 dólares porque «no era su dinero». «Esa es la maravilla del arte, te permite hacer estas barbaridades».
A pesar de las críticas que ha recibido por el sector más conservador, lo cierto es que nadie tiene la definición perfecta de lo que “es arte” sin embargo tenemos estándares básicos con los que podemos clasificar las miles de obras que existen en el mundo. En este caso, esculpir una cabeza inspirada en la cultura Olmeca ya nos brinda un acercamiento artístico, pero el mensaje se potencia con la puesta en escena, en este caso, la destrucción de un Tesla, símbolo del capitalismo. Se crea así una obra con un concepto claro en torno a la importancia de la cultura. Además, otro pilar fundamental es la conversación generada por los miles de usuarios que presenciaron la obra. Este tipo de reacciones indican que la obra, en su singularidad, es capaz de generar “ese algo” en las personas.
Adaptado AFP.