Los cómics han marcado un antes y un después en la cultura popular, pero en los últimos años, su supervivencia se ha visto amenazada, no solo por las ventas de sus ediciones físicas, sino también por la escasez de nuevos talentos que puedan aportar historias innovadoras.
El presidente y director creativo de DC Comics, Jim Lee, ve con preocupación el futuro de las historietas. Las historias de los superhéroes, que una vez fueron novedosas, ahora parecen estancadas y repetitivas.
En medio de esta crisis de creatividad y nuevos talentos, la inteligencia artificial emerge como una herramienta potencialmente peligrosa que podría amenazar la autenticidad de las obras. Aunque es sabido que muchas personas, incluidos profesionales, emplean la IA en diversos ámbitos laborales, en la literatura puede ser un arma de doble filo.
Las buenas historias, las de los superhéroes que conocemos, nacen de la necesidad de un ser humano por expresar algo. Aquello que no tiene explicación, encuentra un razón de ser en aquellos héroes, que representan lo que una persona normal y corriente, puede llegar a ser.
Son historias de vida, que han encontrado en aquellos personajes ficticios, la motivación para salir adelante. Pero para lograr que estas historias sean así de entrañables y apreciadas por el público, es necesario que nazcan de una persona.
En caso de que no se invierta en proyectos que desarrollen la creatividad de jóvenes fanáticos de la literatura, ni se ajusten los salarios, la IA se podría convertir en la última alternativa. Pero ¿a qué costo?.
La respuesta la tendrá el propio lector al ver historias que no inspiran, conectan ni representan lo que en algún momento fueron los valores de Superman, la voz de la Mujer Maravilla, o el sacrificio de Batman.
Redacción AFP