La Copa Sudamericana dejó un sabor distinto para los seguidores de Barcelona y Emelec. Los amarillos cayeron derrotados y eliminados por 4-0, luego de ganar 2-1 en Guayaquil, ante Estudiantes de La Plata y los azules lograron la clasificación tras empatar 0-0 en el Capwell y la victoria en Lima por 0-1.
Luego de una ilusionante victoria en el estadio Monumental por 2-1, Barcelona tenía la ventaja para poder lograr una clasificación importante tanto en lo económico como en lo deportivo. Con la llegada del entrenador Diego López, la ilusión crecía. La goleada final en Argentina dejó en evidencia las falencias individuales y colectivas que tiene el equipo amarillo y el largo camino que deberá recorrer para levantar su nivel.
Pero la interrogante es, ¿debió continuar al mando del equipo Segundo Castillo? O al menos, quizás, en el partido de vuelta. Luego de lo presentado en Guayaquil, el plan de juego pudo ser distinto en el estadio Uno de La Plata. Pero eso quedará en no más que una suposición. Lo cierto es que el nuevo entrenador uruguayo López tendrá una mochila grande encima para dar vuelta al mal momento.
Las dudas crecen y en un año donde hay elecciones en el equipo canario, siempre se encuentran diferentes opiniones e interrogantes sobre el futuro del club. Queda a la expectativa lo que le deparará a Barcelona el resto de 2023 tanto en lo futbolístico como en lo institucional.
Emelec respira un poco más logrando una importante clasificación a octavos de final luego de lo que fue su victoria por 0-1 en Lima ante Sporting Cristal. Le basto el empate en el Capwell para lograr el pase en la vuelta por el gol anotado por José Francisco Cevallos en el primer partido.
Pero la problemática generalizada es por cómo se dio la clasificación. Un equipo millonario defensivo, impropio de su historia y con poco ataque apelando a las contras rápidas que en su mayoría eran erráticas. Sumado a la falta de resolución del rival, la mesa estaba servida para el pase a octavos de final.
¿Importan las formas? Si. Pero Hernán Torres, entrenador azul, está logrando plasmar en medida de lo posible su juego con las herramientas a su disposición con tan solo dos meses en el cargo. Lo importante era volver al triunfo, la forma será analizable después.
Lo cierto es que tanto Barcelona como Emelec tendrán que presentar caras distintas, sobre todo teniendo en consideración que en un par de semanas se reiniciará la Liga Pro con su segunda etapa en donde sus fanáticos esperan un buen rendimiento para poder pelear ese cupo a la final ante Independiente Del Valle y clasificar a torneos internacionales para el año 2024.
Redacción
Diego Terán Jaramillo
Periodista Deportivo
