El cese de Wayne Rooney como entrenador del Birmingham City, equipo de la segunda división del fútbol inglés, ha sido anunciado tras una serie de resultados desfavorables. A pesar de haber asumido el cargo en octubre pasado, el exastro del Manchester United solo pudo cosechar dos victorias en 15 partidos al frente del equipo. Actualmente, el Birmingham City se encuentra apenas seis puntos por encima de la zona de descenso, una situación distante de las expectativas de ascenso que existían al inicio de la gestión de Rooney.
La reciente derrota ante el Leeds por 3-0, la novena desde la llegada de Rooney al banquillo, marcó el punto de inflexión que desencadenó su destitución. En respuesta, el consejo de administración del club emitió un comunicado explicando que, pese a los esfuerzos realizados, los resultados no se han equiparado a lo esperado, motivando así el cambio en la dirección del equipo.
El Birmingham City, donde la leyenda de la NFL Tom Brady es uno de sus accionistas minoritarios, justificó el cese de Rooney como una decisión en beneficio de la entidad, subrayando la importancia de los resultados en el fútbol. Por su parte, Rooney admitió su responsabilidad, expresando su decepción por no alcanzar el nivel deseado. Reconoció la necesidad de tiempo para superar esta experiencia, dejando en claro que su desempeño como entrenador está lejos de su exitosa trayectoria como futbolista, con solo 31 victorias en 152 partidos dirigidos.
La experiencia de Rooney como técnico, tras su paso por el Derby County y el DC United en la MLS, ha evidenciado un desafío significativo en su transición desde los terrenos de juego al banquillo, siendo este último episodio un golpe duro en su incipiente carrera como entrenador.
Adaptado de AFP.
