El dueño del club de fútbol Nápoles, Aurelio de Laurentiis, manifestó su preferencia el martes por celebrar la Supercopa de Italia en suelo europeo en lugar de en Arabia Saudita. Esta decisión se basa en los recientes acontecimientos relacionados con el conflicto entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas.
El equipo campeón de Italia, el Nápoles, se encuentra entre los cuatro equipos que competirán en la Supercopa en Arabia Saudita en enero, junto con Lazio, Inter de Milán y Fiorentina.
Durante una mesa redonda organizada por una universidad de Roma, De Laurentiis expresó su preocupación: «¿Han observado la situación en Israel? Podría haber restricciones de vuelo en esas áreas». Cuestionó la idea de transportar a 120 jugadores, cuyo valor es innegable, en avión. Además, destacó que esta decisión no debería basarse únicamente en la búsqueda de mayores ganancias económicas, proponiendo en su lugar que el evento se realice en el Stadio Olimpico de Roma.
La edición de la Supercopa de Italia de este año, programada para enero del 21 al 25, enfrentará a los dos equipos que lideraron la liga en la temporada anterior, Nápoles y Lazio, así como a los finalistas de la última Copa de Italia, Inter y Fiorentina. Este cambio se asemeja a la estructura de la Supercopa de España.
En la misma reunión, De Laurentiis también puso presión sobre el actual entrenador del Nápoles, Rudi García, declarando: «Estamos atravesando un momento difícil bajo su dirección. Como empresario, tengo la responsabilidad de cuidar mi empresa. Tomaré decisiones adecuadas en el momento oportuno. Siempre es necesario un período de reflexión, ya que tomar decisiones precipitadas es contraproducente». Esto se produce después de que el actual campeón de la Serie A sufriera una derrota en casa por 2-1 contra la Fiorentina durante el fin de semana.
Tras la salida de Luciano Spalletti, se rumoreó que el español Luis Enrique podría asumir el cargo de entrenador del Nápoles, aunque finalmente optó por dirigir al París Saint-Germain. En relación a esto, De Laurentiis hizo un comentario irónico: «Es bueno que haya ido a Francia; miren lo que ha sucedido». Además, señaló que las conversaciones que mantuvo con el español durante tres días no le convencieron.
Adaptado de AFP.