Con su medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, la española Carolina Marín rompió el dominio asiático en el bádminton. Sin embargo, una grave lesión de rodilla le impidió defender su título en Tokio. Tres años después y de nuevo en la cima, la andaluza se presenta en París 2024 como la principal amenaza al poderío asiático.
En un deporte dominado internacionalmente por Asia y con poca popularidad en España, Marín se colgó el oro en la ‘Cidade maravilhosa’. Este título es el más destacado en un palmarés impresionante que incluye tres campeonatos mundiales (2014, 2015 y 2018) y ocho títulos europeos (2014, 2016, 2017, 2018, 2021, 2022, 2023 y 2024).
El impacto de su oro olímpico es aún más notable considerando que fue la primera jugadora no asiática en ganarlo desde que el bádminton se incluyó en los Juegos Olímpicos en Barcelona 1992.
Pero en 2019, cuando Marín era la campeona olímpica, mundial y europea en vigencia, comenzó una pesadilla que duró tres años. Creía estar a punto de ganar su primer título de la temporada en la final del Masters de Indonesia cuando sufrió una grave lesión en la rodilla derecha, rompiéndose el ligamento cruzado anterior.
«Volveré, no lo dudéis»
Siete meses después, volvió a las pistas y brilló en 2021 al ganar el Campeonato Europeo, lo que daba esperanzas de cara a los Juegos de Tokio. Sin embargo, a finales de mayo, a solo dos meses de los Juegos, se rompió el cruzado anterior y dos meniscos de la rodilla izquierda, frustrando sus esperanzas de defender su título olímpico y enfrentándola a otra larga recuperación.
«Este es otro golpe al que debo hacer frente, pero no tengáis dudas de que volveré», prometió al anunciar su baja para Tokio.
Después de una recuperación larga y complicada, regresó y ganó el Campeonato Europeo de 2022. En agosto de ese año, logró dos victorias en el Mundial contra rivales asiáticas antes de caer en cuartos de final contra la japonesa Akane Yamaguchi, quien se proclamó campeona.
Su verdadero resurgimiento ocurrió en 2023, cuando ya no sufría dolores en la rodilla. Además de defender su título europeo, Marín comenzó a competir fuertemente contra las jugadoras asiáticas.
La andaluza ganó el Masters de Orleans en abril y en agosto estuvo a punto de conseguir un cuarto oro mundial, pero fue derrotada en la final por la surcoreana An Se-Young, la actual número uno del mundo.
Enchufada para París
Estos resultados le han permitido volver a la élite del bádminton mundial. Marín llega a París como número cuatro del mundo, siendo la única no asiática en el ‘Top 10’, después de un prometedor inicio de la temporada 2024.
La española comenzó el año olímpico ganando el All England, uno de los torneos más prestigiosos, derrotando en el camino al título a la china Chen Yu Fei en cuartos y a la tailandesa Tai Tzu Ying en semifinales, números 2 y 3 del mundo, respectivamente.
Una semana después ganó el Abierto de Suiza y en abril se proclamó campeona de Europa nuevamente, logrando su cuarta corona continental consecutiva.
Admiradora de Rafael Nadal, Marín llega a París, la ciudad donde su ídolo ha superado tantas adversidades, para competir en sus terceros Juegos Olímpicos (en Londres 2012 no pasó de la fase de grupos) y recuperar lo que las lesiones le arrebataron en 2021.
Actualmente número cuatro del mundo y una de las principales esperanzas de medalla para España, Carolina Marín es la mayor amenaza para las jugadoras asiáticas, que vuelven a estar inquietas tras tres años de relativa tranquilidad.
Adaptación AFP