Taylor Swift volvió a los escenarios en Londres este jueves para culminar la etapa europea de su gira «Eras», una semana después de cancelar sus conciertos en Viena debido a problemas previos.
Desde temprano, cientos de fanáticos, conocidos como «swifties», vestidos con faldas brillantes y sombreros de vaquero, se congregaron alrededor del estadio de Wembley.
La cantante, de 34 años, apareció en el escenario para interpretar su éxito «22», luciendo una camiseta que decía en inglés «pasan muchas cosas en este momento», una frase que se interpretó como una referencia a los recientes incidentes.
Además de la cancelación de sus presentaciones en Viena, el concierto de Swift en Londres se produce dos semanas después de que tres niñas fueran apuñaladas en una clase de danza en el noroeste de Inglaterra mientras sonaba música de la estrella del pop.
La artista estadounidense ofrecerá los últimos cinco conciertos de su gira europea, que comenzó hace casi un año y medio en Estados Unidos, ante una multitud de casi 90,000 personas cada noche.
En Viena, las tres presentaciones que tenía programadas fueron canceladas después de que se descubriera un plan inspirado en actos violentos, que involucraba un posible ataque con explosivos y cuchillos.
Tres presuntos seguidores de este plan fueron identificados con la ayuda de la inteligencia estadounidense y acusados de estar detrás del complot.
La Policía Metropolitana de Londres aseguró que «no hay indicios de que lo investigado por las autoridades austriacas afecte a los eventos aquí en Londres».
«Después de lo que pasó en Viena, es tranquilizador saber que se ha reforzado la seguridad», comentó Brodie MacArthur, de 23 años, entrevistada por la AFP a su llegada a Wembley.
«Siempre hay preocupaciones en el fondo de la mente, pero hay personas encargadas de garantizar nuestra seguridad», añadió la estudiante, vestida con un largo vestido blanco inspirado en el álbum «The Tortured Poets Department» («El departamento de poetas torturados»).
Controles de seguridad adicionales –
En el sitio web de Wembley se advirtió a los asistentes que habría «controles adicionales» antes de ingresar al estadio.
Algunos fanáticos llegaron desde el amanecer o incluso el día anterior.
Swift regresó a Londres dos semanas después del ataque en Southport, en el que murieron tres niñas y que desencadenó disturbios racistas en todo el país.
La artista declaró que el ataque la dejó «completamente en shock».
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, declaró a Sky News que la ciudad «continuará trabajando de cerca con la policía para asegurar que los conciertos de Taylor Swift se lleven a cabo con seguridad».
Afirmó que «nunca somos complacientes, hemos aprendido muchas lecciones después del horroroso ataque del Manchester Arena», en referencia al atentado con bomba en 2017 durante un concierto de Ariana Grande, que dejó 22 muertos.
Asimismo, los fanáticos sin boletos no podrán realizar el acostumbrado «tay-gate», la práctica de quedarse fuera del lugar del concierto para escuchar las canciones.
Sus últimas presentaciones en Londres, en junio, contaron con la asistencia de figuras de alto perfil.
Entre ellos estuvo Keir Starmer, en ese entonces aspirante a primer ministro británico, y el príncipe Guillermo, quien celebró su cumpleaños junto a sus hijos.
La cantante publicó una foto posando con el príncipe y sus hijos, así como con su novio, el jugador de fútbol americano Travis Kelce, con la leyenda: «¡Feliz cumpleaños colega! Espléndido inicio de los conciertos en Londres».
Después de finalizar la etapa europea de su gira, que comenzó en mayo en París, Swift regresará a Estados Unidos.
La fase final de su gira mundial comenzará el 18 de octubre en Miami.
Adaptación AFP