La presión humana y el cambio climático están alterando el hábitat del tigre del Himalaya, llevándolos a vivir a altitudes inusuales de casi 4.000 metros. A diferencia de la pantera de las nieves, que naturalmente habita en grandes alturas, los tigres de Bengala suelen preferir los bosques en los valles del macizo. Sin embargo, imágenes captadas por aparatos fotográficos automáticos en Sikkim, Himalaya indio, muestran tigres a alturas de hasta 3.966 metros, según reveló el Instituto de Vida Silvestre de India (WII).
Este fenómeno no es exclusivo de la región de Sikkim; en Nepal y Bután también se han reportado avistamientos de tigres a más de 4.000 metros. El aumento de las temperaturas en las alturas en las últimas dos décadas ha creado la posibilidad de un «nuevo hábitat» para el tigre, según señala Pranabesh Sanyal, experto en tigres.
Shrikant Chandola, otro especialista, destaca que la disminución en el número de presas ha llevado a los tigres jóvenes a expulsar a los más viejos de los mejores territorios, lo que ha aumentado la agresividad de los tigres hacia los humanos.
Estos conflictos han llevado a incidentes trágicos, como el ocurrido en enero cerca de Corbett, en Uttarakhand, donde un ataque de tigre causó tres muertos y dos heridos, lo que provocó indignación en la población local. Ante esta situación, el director de la reserva de tigres del Estado de Uttarakhand, Dheeraj Pandey, ha intensificado las campañas de prevención para evitar nuevos incidentes, aunque reconoce que no se puede ordenar a un tigre que se retire a otro lugar.
Adaptado de AFP.