La exaltación de la icónica figura de Shakira se materializó este martes en Barranquilla con una imponente estatua de bronce y aluminio, alcanzando una altura de 6,5 metros. La escultura captura el distintivo movimiento de cadera de la estrella del pop, con sus brazos elevados, vientre descubierto y torso ligeramente inclinado, todo en una representación dinámica de uno de sus pasos de baile característicos. Ataviada con un sostén y una falda marrones, la estatua rinde homenaje a su inigualable talento y presencia escénica.
En la base de esta imponente obra, una inscripción proclama: «Unas caderas que expresan la verdad, un talento incomparable, una voz que conmueve a multitudes», un tributo sentido a la artista cuyos padres, William Mebarak de ascendencia libanesa, y Nidia Ripoll, estuvieron presentes en la revelación de la estatua durante un acto público.
A lo largo de meses, el gobierno local compartió el proceso de creación de esta estatua monumental, manteniendo en secreto su rostro hasta la fecha de su inauguración. Estratégicamente ubicada en el malecón junto al Río Magdalena, esta obra es un testimonio visual del talento artístico arraigado en la tierra natal de Shakira.
La cantante, agradecida por la obra, compartió su aprecio en las redes sociales, elogiando al escultor Yino Márquez y a los estudiantes de la escuela distrital de artes por plasmar su esencia artística con tal maestría. A sus 46 años, la artista, galardonada con el Grammy Latino a la canción del año en 2023 por «Bzrp Music Sessions, Vol. 53», ha encontrado una resonancia global con su último tema, una expresión de sus vivencias personales, en especial, su separación del exfutbolista Gerard Piqué. Esta canción se ha convertido en un éxito rotundo, restaurando su posición destacada en la industria musical.
La estatua ha sido elogiada por su fidelidad en la representación de la artista, siendo aclamada por los asistentes a la inauguración, como Daniel Paulman, un turista estadounidense que elogió su fidelidad en capturar hasta el más mínimo detalle de su estilo de baile.
Sin embargo, los recientes meses también han llevado a Shakira a los titulares debido a cuestiones fiscales. La cantante llegó a un acuerdo en noviembre con las autoridades españolas, admitiendo su culpabilidad en fraude fiscal y aceptando una multa considerable. En el transcurso de este año, ha enfrentado multas que ascienden a casi 14 millones de euros por casos de evasión fiscal.
Esta dualidad entre el reconocimiento artístico y las complicaciones legales ha marcado el curso reciente de la vida pública de la colombiana, recordándonos que detrás del brillo escénico se entrelazan realidades complejas y desafíos personales.
Adaptado de AFP.