Casi doce meses después de su coronación en Catar, la selección argentina vio frenada su racha victoriosa con un contundente 0-2 propinado por un Uruguay en excelente forma, en un partido clave de la quinta etapa de la clasificación sudamericana rumbo al Mundial 2026, todo ello frente a una Bombonera repleta.
El triunfo del equipo liderado por Marcelo Bielsa marcó el fin de varios récords. Argentina llevaba 25 partidos sin perder en clasificatorias mundialistas, nunca antes había caído como local frente a Uruguay en esta competición, y se apagó la racha de 752 minutos imbatidos del arquero Emiliano ‘Dibu’ Martínez.
Acostumbrada a desempeñar un papel protagónico, Argentina esta vez no logró encontrar la fórmula frente a un rival sin temores, que se enfrentó de igual a igual al campeón mundial.
Uruguay demostró carácter a pesar de contar con varios jugadores con poca experiencia internacional y ejecutó con dedicación un plan de juego intenso y aguerrido que logró neutralizar la magia de Lionel Messi.
El capitán de la Albiceleste se vio rápidamente atrapado en una defensa bien organizada y cada intento por desplegar su habilidad se topaba con un marcador uruguayo. Además, Messi no encontró su habitual conexión con los compañeros en la creación de jugadas ofensivas.
Uruguay entendió claramente que no podía permitir que Argentina tuviera largas posesiones de balón y se esforzó por disputar cada centímetro del campo. Esto limitó el espacio y el tiempo para jugadores clave como Alexis Mac Allister, Enzo Fernández, Julián Álvarez y Nicolás González.
«Nos sentimos incómodos desde el inicio», admitió Messi, siendo el primero en hablar después de una derrota que dejó en silencio a más de 50.000 espectadores. «No tuvimos el control del balón, no logramos mantener posesiones prolongadas, no pudimos acelerar el ritmo y nos contagiamos de su juego. En Uruguay se notó el trabajo del entrenador», analizó de manera certera.
Lionel Scaloni implementó cambios rápidos en busca de una respuesta que nunca llegó. Uruguay se mantuvo firme en su estrategia y el técnico argentino elogió al oponente mientras se autocriticaba: «No encontramos los caminos, simplemente no era nuestro día, no estuvimos en el partido. El rival también juega y merece felicitaciones».
La última derrota de Argentina, ante Arabia Saudita en Catar, generó una sacudida de la que el equipo emergió con carácter para seguir adelante en su camino hacia la consagración. En poco tiempo, tendrán la oportunidad de dejar atrás este tropiezo al enfrentarse a Brasil en el Maracaná.
El martes próximo, Argentina visitará a Brasil en un clásico en el que ambos equipos llegan de manera inusual con derrotas previas. La Verdeamarela acumula tres partidos sin victorias, lo que la ha llevado a un quinto puesto en la ruta hacia el Mundial 2026. Por su parte, Argentina se mantiene en la cima de la tabla, dos puntos por encima de Uruguay.
Consciente del desafío que se avecina, Scaloni afirmó: «Nos espera un partido muy complicado. Intentaremos dar lo mejor de nosotros. Este equipo ha demostrado que puede superar situaciones difíciles. Aquí se gana y se pierde como equipo. No somos invencibles, lo dije y lo reitero».
Uruguay dejó en claro que pueden apagar la euforia mundialista de los argentinos y les recordaron, después de un año, el sabor amargo de la derrota.
Adaptado de AFP.