El delantero internacional del Real Betis, Borja Iglesias, manifestó su profunda desilusión el viernes después de que el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, decidiera no renunciar a su cargo. En respuesta, Iglesias anunció su renuncia a la selección española, declarando que lo hará «hasta que las circunstancias cambien».
En un mensaje compartido en sus redes sociales, Iglesias expresó su insatisfacción, tanto en su rol como futbolista como en su calidad de persona, con lo ocurrido en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Cuestionó fuertemente el enfoque persistente en un incidente que involucró a una compañera de equipo, calificándolo de lamentable.
A pesar de haber tenido el honor de representar a la Selección Española en dos ocasiones, Iglesias dejó claro que ha decidido apartarse temporalmente del equipo nacional hasta que se observen cambios sustanciales y se tomen medidas adecuadas contra este tipo de comportamiento. Concluyó su declaración con un llamado a favor de un fútbol más justo, humano y digno.
La reacción de Borja Iglesias fue una respuesta directa a la decisión de Rubiales de mantenerse en su cargo, a pesar de las acusaciones previas de haber forzado un beso a la jugadora de la Roja, Jenni Hermoso, durante el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, como se había informado en los medios españoles.
Borja Iglesias, de 30 años de edad, ha representado a España en dos ocasiones, participando en partidos de la Liga de Naciones de la UEFA contra Suiza (en una derrota por 2-1) y Portugal (en una victoria por 1-0) en septiembre del año pasado. Además, previamente había tomado una posición destacada en una campaña contra la homofobia en el fútbol en junio pasado, tras recibir insultos por una foto en la que llevaba un bolso en una boda.
Adaptado de AFP.