El lunes pasado, el Atlético de Madrid concluyó la primera jornada de LaLiga como líder del campeonato español al vencer 3-1 al recién ascendido Granada en el estadio Metropolitano.
Los goles anotados por Álvaro Morata (minuto 45+4), Memphis Depay (minuto 68) y Marcos Llorente (minuto 90+8) le otorgaron al equipo rojiblanco sus primeros tres puntos de la temporada en un partido marcado por la lesión de su capitán Koke, quien tuvo que abandonar el campo en el minuto 6.
Aunque el conjunto dirigido por Diego Simeone dominó el juego durante la mayor parte del tiempo, enfrentó dificultades cuando el Granada se atrevió a presionar en la parte alta del campo, especialmente después del gol de Samu Omorodion en el minuto 62.
Diego Simeone, el entrenador argentino del Atlético, reconoció que «costó ganar el partido porque el Granada hizo un buen papel», al hablar con Movistar+ tras el encuentro.
El Granada sorprendió a su oponente al adoptar una formación defensiva de cinco jugadores que obstaculizó significativamente los intentos de ataque interior del Atlético, forzándolo a buscar opciones a través de las bandas, donde Yannick Carrasco se destacó.
Carrasco, el jugador belga, demostró tener una idea clara de cómo acercarse al área rival y logró enviar varios centros buscando a Álvaro Morata, aunque el primer disparo peligroso de los rojiblancos se demoró en llegar.
- Morata abre el marcador – Un centro de Marcos Llorente al área se volvió complicado para el portero André Ferreira, quien tuvo que saltar para evitar que el balón se colara por la esquina izquierda del arco en el minuto 45.
Poco después, en apenas cuatro minutos, un centro al área de César Azpilicueta rebotó en el defensor Jesús Vallejo, y el balón suelto en el área fue aprovechado por Morata para anotar el primer gol en el minuto 45+4.
Este gol fue un golpe inesperado para el Granada, que hasta ese momento no había logrado un solo disparo a puerta, pero había logrado contener los intentos de ataque del equipo colchonero.
La primera ocasión peligrosa para el Granada surgió poco después del reinicio del partido tras el descanso, con un remate de cabeza de Samu Omorodion desde corta distancia, que fue despejado por el portero del Atlético, Jan Oblak, en el minuto 47.
El joven delantero del Granada representó un desafío para el defensor Mario Hermoso, quien tuvo dificultades en el gol anotado por los andaluces.
Samu aprovechó un pase tenso al corazón del área de Gonzalo Villar para desviar el balón al fondo de las redes locales en el minuto 62.
Aunque el tanto fue una recompensa para un Granada que iba en crecimiento, la alegría fue efímera, ya que Memphis Depay se encargó de adelantar a su equipo con un potente disparo desde lejos que se coló en la esquina de la portería del Granada para marcar el 2-1 en el minuto 68.
Simeone comentó: «Es un gol asombroso, me alegra por él, ya que ha estado trabajando mucho y sabe que debe esforzarse para competir con sus compañeros».
- Partido disputado – Con más confianza gracias al gol, el Atlético no adoptó una postura defensiva y continuó atacando en busca del tercer gol, lo que convirtió el partido en un intercambio de ataques con un Granada que también seguía buscando oportunidades.
En el tiempo de descuento, los visitantes estuvieron cerca de empatar con un intento de Myrto Uzuni, pero su disparo desde fuera del área fue despejado por Oblak en el minuto 90+3. Justo antes del pitido final, Marcos Llorente aprovechó un error en la salida de balón del Granada para anotar el tercer gol y sellar el marcador en 3-1 en el minuto 90+8.
En el primer partido del día, el Cádiz arruinó el regreso del Alavés a la máxima categoría del fútbol español al ganar 1-0.
El Cádiz inició la nueva temporada de LaLiga con una victoria gracias a un gol de cabeza de Fede San Emeterio, quien remató un tiro libre lanzado por Javi Hernández en el minuto 7.
A lo largo del partido, el equipo andaluz controló el juego frente a un Alavés que intentó aumentar la presión en la segunda mitad, pero no logró inquietar a la defensa del Cádiz.
Adaptado de AFP.